Más del 46% de las empresas que forman parte del listado Fortune 500 en 2025 —231 de 500— fueron fundadas por inmigrantes o por sus hijos. De estas, 109 fueron fundadas directamente por inmigrantes y 122 por hijos de inmigrantes. Entre las 14 compañías que aparecieron por primera vez en la lista este año, 10 fueron creadas por inmigrantes o sus hijos.
Durante el año fiscal 2024, estas 231 empresas generaron un total de $8.6 billones de dólares en ingresos, lo que, si se compara con economías nacionales, colocaría a este grupo como la tercera economía más grande del mundo. Además, estas compañías emplearon a más de 15.4 millones de personas a nivel global —una cifra comparable a la población del quinto estado más grande de EE. UU. Ejemplos destacados incluyen NVIDIA, fundada por Jensen Huang, inmigrante taiwanés; Sirius XM, cofundada por el canadiense David Margolese; y Levi Strauss & Co., creada por un inmigrante alemán en California.
El impacto de estos emprendedores también se refleja por sectores: el 80% de las empresas del sector de servicios profesionales y el 65.6% de las manufactureras tienen orígenes inmigrantes. En cuanto a la distribución geográfica, Nueva York lidera con 34 sedes de estas compañías, seguida por California y Texas.
El impacto económico de los inmigrantes en Estados Unidos va mucho más allá de la creación de empresas. Representan casi una cuarta parte de todos los emprendedores en el país y son responsables de millones de empleos, innovación tecnológica, y el fortalecimiento de industrias clave como la manufactura, los servicios y la tecnología. Su participación activa en la economía impulsa el crecimiento, diversifica el mercado laboral y refuerza la competitividad global del país.
El impacto de estos emprendedores también se refleja por sectores: el 80% de las empresas del sector de servicios profesionales y el 65.6% de las manufactureras tienen orígenes inmigrantes. En cuanto a la distribución geográfica, Nueva York lidera con 34 sedes de estas compañías, seguida por California y Texas.
Desde 2011, los datos muestran consistentemente que los inmigrantes y sus hijos son una fuerza clave en la economía estadounidense. Este año, alcanzaron su punto más alto en la lista Fortune 500, consolidando su papel como motores de innovación, empleo y crecimiento económico.