Source: The News & Observer
Con la administración de Donald Trump lista para asumir su segundo mandato, los activistas que se opusieron a sus políticas migratorias durante su primer periodo se preparan para enfrentar sus nuevos y más agresivos planes.
Durante su campaña, Trump prometió lanzar la mayor operación de deportación en la historia, un tema central de su mensaje de reelección. A nivel estatal, en Carolina del Norte, la nueva Ley de la Cámara 10 obliga a los sheriffs a cooperar con las solicitudes de detención de ICE, una medida que los republicanos aprobaron a pesar del veto del gobernador Roy Cooper.
Activistas expresan su frustración por la falta de un liderazgo claro de los demócratas en apoyo a los inmigrantes durante las elecciones. Esperan que los demócratas sean más vocales y activos en la defensa de la comunidad inmigrante, que consideran fundamental para la economía y la vida de Carolina del Norte. A pesar de algunas promesas de oposición de líderes demócratas, figuras como el gobernador electo Josh Stein han señalado que aún esperan detalles específicos sobre las políticas de Trump antes de decidir su respuesta.
El nuevo enfoque de Trump sobre la inmigración ya está en marcha, con nombramientos clave, como Tom Homan para liderar la política migratoria. Mientras tanto, el gobernador electo Stein se ha mostrado cauteloso, sugiriendo que la deportación de inmigrantes respetuosos de la ley no es una prioridad, aunque ha dejado la puerta abierta a colaborar en casos donde las personas hayan cometido delitos graves. La respuesta de Stein a las políticas de Trump dependerá de lo que proponga el presidente electo, según su portavoz.