Lo que muchos pensaron que era una broma de Halloween terminó siendo un reflejo preocupante del clima de miedo que vive la comunidad inmigrante bajo la administración Trump. En Los Ángeles, agentes de inmigración fueron vistos usando máscaras de terror, incluyendo los personajes “Chucky” y “Momo”, durante operativos federales esta semana, una escena que parece diseñada para intimidar y sembrar caos en los vecindarios.
Según el medio local LA Taco, las imágenes publicadas en redes sociales mostraban a agentes en autos sin identificación oficial, con máscaras de personajes de películas de horror mientras realizaban redadas de inmigración. El grupo comunitario Harbor Area Peace Patrol, que monitorea la actividad de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), fue quien documentó el hecho.
Ante las preguntas de NBC News, la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, respondió con solo dos palabras: “¡Feliz Halloween!”. La respuesta, considerada por muchos como una burla o una falta de seriedad ante la creciente tensión, ha generado aún más indignación entre defensores de derechos humanos.
McLaughlin no aclaró si las personas con máscaras eran agentes de ICE o de la Patrulla Fronteriza, ni explicó si el uso de disfraces podría provocar enfrentamientos con residentes que desconocen que se trata de agentes federales.
Mientras tanto, la secretaría de Seguridad Nacional, Kristi Noem, rechazó una solicitud del gobernador de Illinois, JB Pritzker, quien había pedido pausar las redadas durante Halloween tras un incidente en Chicago donde agentes lanzaron gas lacrimógeno mientras niños participaban en un desfile.
“No vamos a detener nuestro trabajo para mantener seguras a las comunidades”, dijo Noem. “Es vergonzoso que el gobernador pida eso.”
Pero líderes comunitarios y activistas interpretan estos operativos como parte de una estrategia intencional de la administración Trump para infundir miedo, especialmente en comunidades inmigrantes y barrios de clase trabajadora.
“Lo más importante que debemos transmitir es que esto está generando caos en los vecindarios y es un intento deliberado del gobierno de Trump para que los estadounidenses se sientan amenazados e inseguros”, señaló un organizador comunitario en Los Ángeles.Con agentes disfrazados de personajes de terror y familias aterradas en sus propios hogares, muchos ven estas acciones como una extensión del clima político del país: una política del miedo que busca dividir, intimidar y controlar a través del caos.



