Florida Abortion Ban Threatens Already Strained North Carolina Healthcare System

Source: Cardinal & Pine

The Florida Supreme Court issued a ruling this month allowing a six-week abortion ban to go into effect starting May 1. The extremely restrictive law – which bans abortion at a stage when many women do not even know they are pregnant – will have a wide-ranging impact not just on Florida, but the entire South.

Abortion access is now eliminated in Tennessee, Alabama, and Mississippi and severely restricted with six-week bans in South Carolina, Georgia, and Florida. North Carolina remains the closest state for many Southern women where abortion is still legal, although Republicans here also rushed through a 12-week ban and additional restrictions last summer. 

With the addition of Florida’s ban, abortion providers expect wait times for reproductive healthcare in North Carolina to increase, making it harder for residents to access the care they need.

“Our clinics have been so busy trying to keep up with those trying to seek care here in North Carolina, but also those from our neighboring states, especially Georgia and South Carolina,” Dr. Robin Wallace, a family physician in Chapel Hill, said. “My colleagues in Charlotte and Asheville are seeing folks from Tennessee of course, and from other parts of the South.”

Jenny Black, president of Planned Parenthood South Atlantic, laid out the consequences of the Florida ban. “Patients who would have gotten an abortion in Florida will now be forced to travel hundreds of miles to obtain care in North Carolina and others may have to travel even farther to Virginia. Tragically, there will be countless others who are forced to remain pregnant, obtain care outside the health care system, or give birth against their will,” she said.

Black went on to urge accountability for the Republican lawmakers who have instituted this chaos and strain on healthcare access in the South. 

“Anti-abortion lawmakers are hellbent on controlling our bodies, our lives and our futures. The politicians who’ve created this public health crisis must be held accountable for the irreparable harm they’ve caused in our state and across the nation,” Black said.

Share:

More Posts

Nuevos planes presupuestarios de los republicanos en el Congreso proponen recortes fiscales drásticos para los estadounidenses más ricos

Los nuevos planes presupuestarios propuestos por los republicanos en el Congreso incluyen recortes fiscales significativos para los estadounidenses más ricos. En particular, buscan extender las disposiciones sobre el impuesto sobre la renta individual y el impuesto sobre el patrimonio de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017. Según el Departamento del Tesoro de EE.UU., estos recortes costarían cerca de 4,2 billones de dólares en la próxima década, con casi el 60 por ciento de esos recortes beneficiando al 10 por ciento más rico de los contribuyentes, quienes ganan más de 228,060 dólares anuales. Mientras tanto, el 1 por ciento más rico de los ingresos vería una reducción fiscal de más de 1,24 billones de dólares, representando aproximadamente el 30 por ciento del total de los recortes fiscales.
Los planes también proponen recortar programas vitales para la clase trabajadora de Estados Unidos. Entre los recortes más grandes se encuentran Medicaid, que aseguraría una reducción de 880 mil millones de dólares, afectando a 72 millones de personas, y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, con un recorte de 230 mil millones de dólares que afectaría a 42 millones de personas. Estos recortes expulsarían a millones de estadounidenses de estos programas esenciales, dejando a los más vulnerables sin apoyo. Los recortes a Medicaid y el programa de nutrición podrían ser equivalentes al total de los recortes fiscales para el 1 por ciento más rico.
Además, los republicanos planean reducir políticas fiscales que benefician a la clase trabajadora. Esto incluye detener el desarrollo de tecnologías de energía limpia y eficiencia energética, que ayudaron a millones de familias a ahorrar en facturas de energía. Derogar estas inversiones podría aumentar el precio de la electricidad en un 10 por ciento y la gasolina en más de 20 centavos por galón. También se están considerando recortes en créditos fiscales para las familias trabajadoras, como la eliminación del crédito por cuidado de niños y dependientes, la reducción del límite de deducción por intereses hipotecarios, y la eliminación de créditos fiscales para gastos educativos.
Además de los recortes fiscales y programas, los republicanos del Congreso están dispuestos a aumentar la deuda nacional en 2,8 billones de dólares debido a los recortes fiscales para los más ricos. Esto generaría un aumento en los déficits y los costos de endeudamiento, lo que a su vez afectaría a los consumidores con tasas de interés más altas en préstamos, como hipotecas y créditos. Los estadounidenses ya enfrentan el costo de la vida, por lo que recortar programas esenciales y otorgar billones en recortes fiscales para los más ricos es injusto e impopular. Esta estrategia no solo perjudica a la clase trabajadora, sino que también beneficia a quienes están mejor posicionados para afrontar los gastos de su día a día, aumentando aún más la desigualdad económica en el país.

Republicans push forward bills to ban cellphones in classes, reduce power of attorney general, and require ICE agreements

The North Carolina General Assembly has seen a number of bills being introduced ranging from education policy to governmental powers. This week, North Carolina Republican Senators in the Rules Committee moved along legislation that: prohibits phones from being on during classroom instruction, requires state officials to cooperate with Immigration and Customs Enforcement (ICE), and restricts the state’s Attorney General from taking legal action against the executive orders of President Donald Trump.

Despite public concerns, NC Republicans look to bring Musk’s DOGE to state government

Taking a cue from President Trump and billionaire Elon Musk, Republican state lawmakers in North Carolina are beginning to probe state agencies. 

Republicans have been in full control of state government spending in North Carolina for the last 14 years. However, the allegations of fraud and waste made by Musk’s Department of Government Efficiency, known as DOGE, have grabbed the attention of conservative politicians.