En Asheville, la limpieza y remoción de escombros tras el paso del Huracán Helene dependen en gran medida de la mano de obra latina. Trabajadores, muchos de ellos indocumentados y provenientes de Venezuela, han llegado a la ciudad en busca de empleo en la industria de desastres naturales.
Einar Rojas, un venezolano que ha estado en EE.UU. un año y medio, trabaja más de 10 horas diarias y explica que son contactados por contratistas que organizan a los trabajadores para las tareas de limpieza y reconstrucción. A pesar de las difíciles condiciones, Einar y sus compañeros están comprometidos a ayudar a sus comunidades mientras enfrentan los riesgos de su labor.
En el Distrito de Artes de River, otro grupo de trabajadores latinos se dedica a limpiar un edificio que fue completamente inundado. Aunque su labor es crucial, enfrentan un ambiente peligroso y a menudo carecen de la protección adecuada. El trabajo de estos “segundos respondedores” se hizo evidente tras desastres como el Huracán Katrina, y su participación es fundamental para la recuperación de las zonas afectadas. A medida que continúan sus esfuerzos, la comunidad de Asheville se une para apoyar tanto a los trabajadores como a los afectados por el huracán.