Lo que muchos pensaron que era una broma de Halloween terminó siendo un reflejo preocupante del clima de miedo que vive la comunidad inmigrante bajo la administración Trump.
El cierre del gobierno federal está provocando la suspensión temporal de cientos de trabajadores del programa Head Start en Carolina del Norte, dejando a comunidades enteras sin servicios esenciales de educación temprana y nutrición infantil.
Un día después de que la Asamblea Legislativa aprobara un plan que cambia el Primer Distrito Congresional de un distrito competitivo a uno controlado por los republicanos, los votantes ya solicitaron a los jueces federales impugnar el nuevo mapa.
Miembros de la comunidad, personas defensoras y familias de Carolina del Norte realizaron el evento De la Memoria a la Resistencia: La Salud No Puede Esperar, una actividad inspirada en el Día de los Muertos que rindió homenaje a los habitantes del estado que han perdido a sus seres queridos por la falta de acceso a atención médica.
El programa, lanzado bajo el exgobernador Roy Cooper en julio del año pasado, ha superado ampliamente su proyección inicial de $4 mil millones en deudas aliviadas. Stein y el secretario de Salud y Servicios Humanos, Dev Sangvai, dijeron que continuarán identificando más deudas que puedan eliminarse.
Una nueva ley en Carolina del Norte ha encendido alarmas entre defensores de derechos civiles y comunidades inmigrantes. El Proyecto de Ley de la Cámara 318, también conocida como la “Ley de Ejecución Criminal de Inmigrantes Ilegales”, entró en vigor esta semana y obliga a los alguaciles del estado a colaborar más estrechamente con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La falta de liderazgo republicano ha dejado al gobierno funcionando con “mini-presupuestos”, medidas temporales que no solucionan los grandes problemas que enfrentan las familias de Carolina del Norte.
El gobernador Josh Stein y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS) han trabajado para emitir órdenes permanentes que permiten a los residentes del estado acceder a las vacunas contra el COVID-19 sin necesidad de receta médica.
Música vibrante, bailes llenos de energía, comida con mucho sabor y una gran variedad de vendedores dieron vida este domingo por la tarde a Fayetteville Street durante La Fiesta del Pueblo en el centro de Raleigh.
Funcionarios del condado señalaron que las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump contra los programas federales de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) ponen al Condado de Durham en riesgo de perder fondos federales si actuara como patrocinador financiero principal de los eventos de “Pride: Durham, NC”, que se celebrarán del 26 al 28 de septiembre.